El estado de esta cómoda mesa de madera con ruedas era pésimo: estaba rascada, quemada, sin brillo...
Decidí pintarla de blanco y poder seguir de esta manera dándole uso pues es una de estas mesas que te puedes llevar de un lado a otro y da un poco de pena arrinconarla en el desván.
ANTES
DESPUÉS
Lo primero que hice fue lijarla a conciencia y limpiarla hasta que no quedase ningún resto.
Seguidamente, le di dos manos de pintura blanca. Mi intención era darle pintura blanca mate, pero como se me acabó le puse pintura con brillo que ya sabéis lo cara que está la pintura...
El siguiente paso fue utilizar un rotulador permanente para decorarla. Personalmente, como no tengo nin idea de dibujo, me puse a hacer garabatos en la parte superior y a escribir la letra de una canción en el fondo de la mesa.
Para finalizar, como los contornos de la mesa estaban un poco estropeados, opté por forrarlos con cinta aislante negra, pero también se pueden pintar con pintura negra.
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